“¿Tú, quién eres?”
Jn 1, 19-28
Si nos mirásemos a un espejo con los mismos ojos que nos mira el
Señor, descubriríamos el tesoro más grande para Él, que somos nosotros/as
mismos. Nuestros sueños, nuestros miedos, nuestras limitaciones y nuestros talentos.
Todo eso que nos hace ser así, hablar de esta forma y saber que tenemos más
desarrolladas unas inteligencias que otras. Ya lo dijo Jesús en la parábola de
los talentos, si pusiéramos nuestros dones en servicio de los demás, todo sería
diferente. Pues a eso es a lo que queremos llegar con esta semana. A
sentir a nuestro la importancia de darse a los demás. De saber que
entregándonos al otro, sumamos más. Y que es Dios, el que una vez más,
vuelve a llamar a nuestra puerta para decirnos; “SOY YO, EL QUE ESTÁ CONTIGO”.
Queremos ser
conscientes de que nunca estamos solos/as…Dios siempre está con nosotros, pero
¡qué difícil es saber esto cuando no lo podemos ver! Solamente necesitamos
ahondar en el fondo de nuestro corazón y ahí lo encontraremos.
Tendremos
un diálogo sobre cómo está Jesús con nosotros/as.
Miraremos cualidades personales y cualidades de Dios para
ver con más claridad cómo puedo reflejar a Dios en mi día a día.
Intentaremos en esta semana hablar de Dios a los demás y hablaremos del verdader sentido de la Navidad.
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